Jordi Musons, maestro y director de la escuela Sadako de Barcelona, da algunas de las claves de la nueva pedagogía desde su punto de vista, por ejemplo, cree que reducir las ratios y tener menos alumnos en clase no es positivo porque empobrece las relaciones sociales, apostando más bien por un modelo más eficiente por parte del profesor que gestione un modelo de aprendizaje competitivo pero también cooperativo, para no dejar atrás a los alumnos menos talentosos.
Explica que la tasa de repetición en España es el doble que el de la media europea y que la mejora se garantiza con una repetición muy baja, considerando que la repetición y la evaluación son una amenaza y restrictivos a nivel emocional para el alumno. Además, no es cuestión de memorizar contenidos -dice- sino de ser capaces de transferir lo que aprendemos a nuestros contextos reales; por ello, apuesta por metodologías mucho más flexibles que se adapten a las necesidades reales, y por poner en valor muchas habilidades y competencias sociales que son tan necesarias en esta época, tales como la resolución de problemas complejos, aprender a trabajar con personas y en contextos diferentes o resilientes. Para cambiar un sistema educativo lo más complejo -añade- es romper las inercias en los docentes.
Por otra parte, opina que estamos más preparados que nunca para el cambio educativo porque , de lo contrario, estaremos hablando de la primera generación de niños que tendrá un futuro peor que el de sus padres. Y es que -apunta- en estos momentos el sistema educativo depende demasiado de los intereses políticos y de las ideologías.