¿Recuerdan la famosa película “Rebelión en las aulas”? Pues la rebelión es lo que está marcando el inicio del próximo curso escolar, debido a la pandemia y a las dudas de cara a los protocolos escolares.

Los directores y familias ya han advertido que no pueden volver a reanudarse las clases como si no pasara nada, críticas a las que se ha sumado una asociación de inspectores de educación, y es que aún no está muy claro en qué condiciones se incorporarán los escolares a las aulas en septiembre. Seguimos pendientes de los profesores, de la formación a los docentes en dinámicas de educación digital con entornos colaborativos, de apostar por dinámicas innovadoras de aprendizaje, o de reforzar la cooperación y comunicación entre las administraciones y las familias. Pero también estamos pendientes de ver si es posible aplicar las medidas de protocolo previstas: la distancia de seguridad o la reducción de la ratio sabiendo que hay que atender a todos los alumnos.

A todo esto se añaden los detalles del Informe PISA, que vuelve a dar ofrecer no muy buenos datos sobre la educación en nuestro país: los resultados en comprensión lectora retroceden en todas las Comunidades, y habla de desmotivación, falta de interés y cansancio. Más problemas que sumar a los que ya tenemos en la educación española.