El diario ABC ha puesto sobre la mesa un caso real de un joven con trastorno del espectro autista (TEA) que asistió a un colegio ordinario y posteriormente a uno de educación especial.

Los padres cuentan la experiencia con su hijo desde los primeros años de vida, teniendo en cuenta que ellos mismos se dedican a la docencia. tras lo vivido, apuestan una educación en centros ordinarios para estos alumnos (siempre que estén comprometidos con la integración), sin rechazar los centros de educación especial.  Estos, suponen una gran ayuda tanto para los padres como para los alumnos, su especialización permite la atención de forma individualizada consiguiendo el máximo desarrollo y crecimiento de sus aptitudes.

Con respecto a la Ley Celaá, señalan que no están de acuerdo, porque la LOMLOE aboga por la desaparición de los centros de educación especial, desviando a los alumnos hacia los centros ordinarios conllevando en poco tiempo su cierre total.