El reconocimiento que se convirtió en un homenaje para los demás
Hay momentos que nacen para rendir homenaje a alguien… y terminan convirtiéndose en un regalo para todos los presentes.
Eso fue lo que vivimos cuando CONCAPA entregó un reconocimiento especial a Desiré Fernández, presidente de CONCAPA Asturias, por su entrega, su compromiso y su forma generosa de servir a las familias durante tantos años.

Un homenaje nacido del cariño
La entrega de este reconocimiento estaba pensada como un gesto de gratitud hacia Desiré: por su trabajo incansable, por su disponibilidad constante, por su capacidad de unir, escuchar y acompañar a cada familia.
Pero cuando tomó la palabra, con emoción contenida y la sinceridad que la caracteriza, ocurrió algo hermoso: el homenaje se dio la vuelta y se convirtió en un agradecimiento para los demás.
Sus palabras, pronunciadas desde el corazón, no fueron un adiós ni un cierre, sino una celebración de lo vivido juntos. Hablaron de equipo, de amistad, de entrega y de vocación. Hablaron de la fuerza que tiene una familia cuando rema unida.
Sus palabras fueron un abrazo colectivo. Una invitación a seguir trabajando juntos. Un recordatorio de que CONCAPA no es solo una organización: es una familia que sostiene, acompaña, se alegra con los demás y sólo tiene sentido con la ayuda de los otros.
Transcribimos sus palabras:
«Buenas noches a todos.
De verdad, ¡qué emoción estar aquí hoy recibiendo ese reconocimiento! Aunque os confieso algo: veros a todos juntos, compartiendo este momento, ya es en sí el mejor premio.
Este reconocimiento lleva mi nombre, sí… pero todos sabemos que, en realidad es de todos. Porque si algo he aprendido en este camino, es que nada -absolutamente nada- se consigue solo.
A mi familia, gracias. Gracias por la paciencia infinita, por has horas robadas, por los «ya voy, solo un momentito» que duraban tres horas… Sé que a veces esta dedicación a la juventud nos ha quitado tiempo juntos, pero también nos ha unido más. Y oye, no todo el mundo puede decir que ha criado hijos con tanta experiencia en reuniones y cafés interminables.
Y, claro, hay alguien muy especial a quien quiero mencionar: Pedro. Pedro, gracias por estar siempre ahí, por compartir tanto, y por tener esa mezcla tan tuya de calma y locura que debería estar registrada como marca.
Si he llegado hasta aquí y sigo cuerda -más o menos-gran parte de la culpa es tuya. Desde aquel primer «tú primero escucha y aprende» hasta hoy, tu confianza, tus consejos y tus llamadas nocturnas (esas en las que yo ya estaba medio dormida) lo han hecho posible. Porque sí, con Pedro nunca sabes si una llamada va a durar cinco minutos o va a incluir una crisis existencial y un plan para cambiar el mundo.
Y, por supuesto, no puedo olvidarme de su esposa, que ha compartido contigo tantas horas de dedicación, reuniones, viajes y llamadas eternas. A ti, gracias por tu paciencia, por acompañarle siempre son esa sonrisa y compartirnos un poquito de tu tiempo, incluso cuando Pedro estaba más tiempo hablando con nosotros que contigo. ¡Eres parte fundamental de esta historia también!
Y como olvidar las aventuras con Pablo… aquellas bajadas a Toledo, y luego ir contigo en ese coche que, si pasábamos de los 100, empezaba a sonar como se fuera a desmontar pieza por pieza. Era toda una experiencia: viaje, emoción y música de suspense incluida.
También quiero agradecer a Ángela, nuestra presidenta. Gracias por ser es fuerza fresca, positiva y siempre al pie del cañón. Contigo todo parece más fácil, incluso los días más intensos. Y lo mejor es que das motivación y café en cantidades perfectamente equilibradas.
Por eso este reconocimiento no es mío. Es nuestro. De los que empujan, de los que creen, de los que siguen incluso cuando el cansancio pesa más que la ilusión.
Así que gracias, de corazón, a todos. Por hacerlo fácil, incluso cuando no lo era. Porque al final, de eso se trata: de compartir el camino con buena gente.
Recibo este reconocimiento con humildad, con gratitud… y con la promesa de seguir dando guerra -digo dedicándome- a esta hermosa causa.
¡Muchísimas gracias!»
Una trayectoria que deja huella
El reconocimiento entregado a Desiré es símbolo de todo lo que representa: su compromiso, su humildad, su silencioso y eficaz trabajo, su fortaleza y un amor profundo por las familias y la educación.
Su labor en CONCAPA Asturias ha dejado una huella imborrable: en su federación, en sus equipos y en quienes hemos tenido la suerte de compartir camino con ella.

Gracias, Desiré… de ❤️
Este homenaje no fue solo suyo. Fue de ella para con nosotros.
Gracias por tu ejemplo, tu lealtad y tu manera de construir.
Gracias por recordarnos que la educación también se hace desde la ternura, la sencillez y la verdad.
Hoy reescribiendo y releyendo tus palabras, he saboreado mejor, la grandeza de tu corazón y la belleza de un alma buena.
Gracias por ser parte de la historia viva de CONCAPA.




